Recolección sostenible

Solo las setas procedentes de montes regulados en Casilla y León  pueden ser etiquetadas con la marca Setas de Castilla y León.  Estos montes son gestionados con criterios de sostenibilidad, de modo que la recolección  en ellos se realiza de forma respetuosa con el medio. Además de la regulación de la recogida en los montes, el programa MICOCYL ha desarrollado acciones de formación encaminadas a recolectores y empleados de empresas del sector, en el que se hace especial hincapié en la conservación del recurso.

Los territorios incluidos en la zona de influencia de la marca se sirven de ella como una herramienta de desarrollo, incrementando las rentas de la población local y generando alternativas económicas. Además, para favorecer a la población de los municipios productores de setas, frecuentemente ubicados en áreas rurales desfavorecidas con graves problemas de despoblación, la gestión del aprovechamiento micológico regulado de estos montes tiene como principio beneficiar al recolector local, sin menoscabo de garantizar también una recolección recreativa, a través del micoturismo.

La figura del recolector, que desempeña en la práctica el papel de productor primario, supone la base sobre la que se asienta todo el proceso de comercialización. Existe un nutrido grupo de personas que comercializan las setas que han recolectado previamente en el monte. En la marca de Garantía únicamente contemplamos el caso de los recolectores comerciales, grupo de recolectores que podemos llamar profesional, por su experiencia, dedicación plena y especialización en esta tarea. Son personas que ejercen esta actividad durante todas las campañas (la inmensa mayoría o todos los días que dure cada campaña), con independencia de que la producción de setas en el monte sea mayor o menor. Aseguran un mínimo abastecimiento a la cadena de comercialización, incluso en temporadas de baja producción. Suelen “dominar” una vasta área forestal, que puede incluir numerosos montes de varios municipios, ya que disponen de amplios conocimientos prácticos relacionados son su actividad: lugares concretos en que determinadas especies son particularmente frecuentes, momentos y condiciones de fructificación, etc. En algunos casos también tienen un conocimiento profundo acerca de la taxonomía de los hongos, aunque su interés suele centrarse únicamente en las especies de interés comercial, que son las que recolectan habitualmente y de las que siempre poseen grandes conocimientos.